¡Hola! ✌🏾

Este escrito lo comencé en enero del 2020 y, por alguna razón, lo dejé de escribir y volví a verlo hacer par de meses por segunda vez. Hoy lo comparto con ustedes. Algo un poco diferente 😉.

3 de Enero de 2020

Sin duda alguna me siento sumamente feliz e increiblemente bendecida. Definitivamente todos los sacrificios valieron la pena ya que al fin logré una de las metas más importantes de mi vida. En solo dos semanas puedo decir que soy una estudiante de medicina y, a pesar de que me siento tranquila, a la misma vez estoy sumamente nerviosa.

Además de mudarme nuevamente, renuncié a mi trabajo como citotecnóloga, el cual disfruté mucho y del cual aprendí demasiado. Y si, es difícil pensar que de hacer dinero pasé a tomar préstamos estudiantiles, pero solo lo hice por una razón bien importante: porque sé que voy a trabajar duro por la profesión de mis sueños y seré lo suficientemente exitosa para poder saldarlos, tener la vida de mis sueños y ayudar a otros.

Durante esta transición pienso mucho en que lo dejo todo para irme a otro país a obtener mi doctorado en medicina. Dejo atrás relaciones, mi apartamento, mi trabajo como profesional de la salud, ver a mi familia y amigos cuando quiera, mi carrito para cuando lo necesite y hasta mi idioma en el diario vivir. ¡Sinceramente pensar en todo esto es overwhelming y da miedo! Pero el tipo de miedo que emociona.

Mientras reflexionaba sobre mi vida y como lo académico siempre ha sido una de mis prioridades, me di cuenta de que el hecho de que probablemente seré mayor que la mayoría de mi clase (aunque sea por uno o dos años); que probablemente seré de los pocos que tienen un postbac y ya practicaron una profesión; que tuve mucha experiencia viviendo sola y siendo independiente económicamente; sólo me hace una persona más fuerte y preparada para un nuevo reto. Incluso, siento que hasta con mi base en patología y citología, yo podría hasta aportar a mis compañeros de clase y escuela de una manera en que otros no pueden hacer.

Aunque no lo crean, cada año más estudiantes que están interesados en estudiar medicina deciden tener uno o más gap years antes de solicitar. Cada año más estudiantes con profesiones como la mía deciden dar ese paso en sus vidas y realmente estos estudiantes son de mucho interés para los oficiales de admisión.

Flashfoward a Junio del 2020

Bueno ahora estoy escribiendo esto en mi segundo semestre y les puedo decir que lo que yo pensaba que iba a ver en medschool y lo que viví es completamente distinto. Por lo menos en mi escuela, definitivamente no soy de las mayores de mi clase, ni cerca. Gran parte del estudiantado tiene experiencia de trabajo en otra profesión relacionada a la salud o ciencia. Muchos tienen maestrías. Otros, luego de haber culminado en alguna carrera o mientras trabajan en la misma, decidieron comenzar a estudiar medicina en sus 30’s or 40’s (which I think its awesome).

Realmente no sé si es por la naturaleza de la escuela en la cual estudio (una escuela del Caribe), pero hay mucha más diversidad en cuanto a los backgrounds de los estudiantes de la que yo esperaba. Muchos incluso dejaron a sus esposos e hijos en EU mientras estudian en la islita. De la misma forma, muchos aún tienen esa preocupación y terror de que pase algo y no puedan completar medicina después de haber renunciado a sus respectivos trabajos. En el otro lado de la moneda, veo muchos estudiantes que utilizan sus backgrounds para ayudar a otros a estudiar o para dar tutorías. También he conocido a quienes dicen que esta fue la mejor decisión de sus vidas (yo pienso lo mismo 😉).

So, aquí les dejo otra razón para nunca pensar que es tarde para comenzar una nueva meta y completar un proyecto. Nunca es tarde para una nueva aventura o un nuevo proyecto, pero si lo vas a hacer, sé disciplinado y disfrutate el journey. Porque si es tu pasión o llamado, siempre valdrá la pena.

Aquí les dejo un poco de esperanza y motivación para este año nuevo.

¡Mucho éxito y felices fiestas! 🤓🎄🎉

¡Follow me on Instagram y Facebook!

¡Subscríbete a mi blog!💻

The art of medicine consists of amusing the patient while nature cures the disease. –Voltaire